La impresión 3D es una tecnología de fabricación aditiva utilizada para producir piezas. Se llama "aditiva" porque este método no se basa en una sola pieza de material o un molde para crear un objeto físico. En cambio, construye el objeto apilando y fusionando capas de material.
Esta tecnología suele ofrecer velocidades de producción rápidas y bajos costes de instalación fijos, y es capaz de crear geometrías más complejas que las técnicas de fabricación tradicionales. Además, la variedad de materiales utilizados en la impresión 3D está en constante expansión. Ha encontrado una amplia aplicación en la industria de la ingeniería, particularmente para la creación de prototipos y la creación de geometrías ligeras.
El término "impresión 3D" se asocia a menudo con la cultura maker, los aficionados y los entusiastas, e incluye impresoras de escritorio, tecnologías de impresión accesibles como FDM y materiales de bajo coste como ABS y PLA (explicaremos estos acrónimos más adelante). Este fenómeno se atribuye en gran medida a la democratización de la impresión 3D, en particular al auge del movimiento RepRap, que condujo a máquinas de escritorio asequibles como la MakerBot y la Ultimaker originales. Este desarrollo también condujo al crecimiento explosivo de la tecnología de impresión 3D en 2009.
La amplia aplicación de la fabricación aditiva
En comparación con la impresión 3D, la fabricación aditiva es un concepto más amplio que abarca una variedad de tecnologías y materiales, con aplicaciones en la producción industrial, la atención médica, la industria aeroespacial y otros campos. La fabricación aditiva enfatiza la construcción de objetos añadiendo material capa por capa y se utiliza típicamente para aplicaciones de alta precisión y alto rendimiento.
En general, aunque la impresión 3D es una forma de fabricación aditiva, existen diferencias significativas en la tecnología, las aplicaciones y el posicionamiento en el mercado.
Por el contrario, la fabricación aditiva (AM) casi siempre se asocia con aplicaciones comerciales e industriales.
"Prototipado rápido" es un término que a veces se utiliza para referirse a la tecnología de impresión 3D. Este nombre se remonta a los primeros días de la tecnología de impresión 3D. En la década de 1980, cuando se inventó por primera vez la tecnología de impresión 3D, se la denominó prototipado rápido porque se utilizaba principalmente para la creación de prototipos en lugar de para la producción de piezas reales.
Evolución de la tecnología
En los últimos años, la impresión 3D se ha convertido en una excelente solución para la producción de piezas. Al mismo tiempo, otras tecnologías de fabricación, como el mecanizado CNC, se han vuelto más económicas y convenientes, lo que las hace adecuadas para la creación de prototipos. Por lo tanto, aunque algunos todavía consideran que el "prototipado rápido" es sinónimo de impresión 3D, la frase está evolucionando gradualmente para referirse a todas las formas de prototipado rápido.
En resumen, aunque el "prototipado rápido" se refería originalmente específicamente a la creación de prototipos, su significado se ha ampliado con los avances tecnológicos para abarcar una gama más amplia de métodos de fabricación.
La impresión 3D se concibió originalmente para acelerar el desarrollo de productos industriales mediante la creación más rápida de prototipos. Aunque existían varias patentes relacionadas con anterioridad, Chuck Hull está generalmente considerado como el inventor de la impresión 3D. En 1984, patentó el aparato de estereolitografía (SLA), que se convirtió en una tecnología pionera para las impresoras 3D.
La invención de Hull sentó las bases para la posterior tecnología de impresión 3D y avanzó el desarrollo de la fabricación aditiva, que sigue utilizándose ampliamente en diversas industrias en la actualidad.
Estas primeras invenciones y empresas sentaron las bases para el auge del desarrollo de la tecnología de impresión 3D.
Estos desarrollos hicieron que la tecnología de impresión 3D fuera más accesible, impulsando su aplicación e innovación en varios sectores.
Desde 2018, aunque el bombo mediático en torno a la impresión 3D ha disminuido significativamente, el interés en las aplicaciones comerciales para empresas de todos los tamaños ha alcanzado un máximo histórico. Hoy en día, miles de empresas fabrican impresoras 3D y ofrecen una amplia gama de servicios que utilizan la tecnología de impresión 3D.
Esta fase marca la madurez de la tecnología de impresión 3D, ya que las empresas comienzan a integrarla en sus procesos de producción para aplicaciones en una variedad de campos, incluyendo la creación de prototipos, la fabricación personalizada, la medicina y la industria aeroespacial. Los avances tecnológicos han mejorado continuamente la eficiencia y la rentabilidad de la impresión 3D, impulsando aún más su adopción generalizada.